En 2020, se espera que la pandemia de COVID-19 casi duplique esta cifra hasta alcanzar los 265 millones de personas. Las proyecciones a largo plazo indican que la seguridad alimentaria se verá cada vez más afectada por el futuro cambio climático, con temperaturas más elevadas, variaciones en los regímenes de lluvias y fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes. Las crisis alimentarias complejas y recurrentes —impulsadas por conflictos, fenómenos meteorológicos extremos y perturbaciones económicas— han obligado a la comunidad humanitaria a tener que pensar más allá de satisfacer...
My contributions
Resilience in complex food crises: The case for building better evidence