La brecha entre la recopilación y la utilización de la retroalimentación en las organizaciones de desarrollo no es solo técnica, también es estructural y relacional, como se señala en los siguientes puntos:
Institucionalizar los bucles de retroalimentación Las organizaciones deberían adoptar protocolos claros para transformar la retroalimentación en acción, en los que cada recomendación de evaluación sea registrada formalmente, asignada a una unidad responsable, monitoreada y revisada periódicamente. Esto convierte la retroalimentación en algo aplicable y no opcional.
El liderazgo como motor del aprendizaje Los altos directivos deben demostrar que la retroalimentación importa, haciendo referencia a los hallazgos de las evaluaciones en las decisiones estratégicas, premiando a los equipos que actúan en consecuencia y responsabilizando a los gerentes de la implementación. El ejemplo del liderazgo crea una cultura en la que la retroalimentación no es simbólica, sino práctica.
Asignar recursos a los sistemas de retroalimentación Más allá de recopilar datos, las organizaciones deben presupuestar para el análisis, la difusión y los talleres de aprendizaje que reúnan a personal, partes interesadas y representantes comunitarios para co-interpretar los hallazgos. Esto fomenta la apropiación y refuerza la confianza.
Tecnología y enfoques participativos Los tableros digitales, las encuestas por SMS y las tarjetas comunitarias de evaluación pueden generar bucles de retroalimentación en tiempo real, especialmente en contextos de bajos recursos. Los enfoques participativos dan voz a las comunidades en la definición de las intervenciones y aseguran la alineación con las realidades locales.
Construir confianza y rendición de cuentas La comunicación transparente hacia las partes interesadas es esencial. Sin cerrar el ciclo de retroalimentación, las comunidades pueden desilusionarse y percibir las evaluaciones como extractivas en lugar de transformadoras.
RE: How to Ensure Effective Utilization of Feedback and Recommendations from Evaluation Reports in Decision-Making
Nigeria
Victoria Onyelu Ola
Research and Grant Intern
HTSF Global Nigeria Limited
Publicado el 23/08/2025
La brecha entre la recopilación y la utilización de la retroalimentación en las organizaciones de desarrollo no es solo técnica, también es estructural y relacional, como se señala en los siguientes puntos:
Institucionalizar los bucles de retroalimentación
Las organizaciones deberían adoptar protocolos claros para transformar la retroalimentación en acción, en los que cada recomendación de evaluación sea registrada formalmente, asignada a una unidad responsable, monitoreada y revisada periódicamente. Esto convierte la retroalimentación en algo aplicable y no opcional.
El liderazgo como motor del aprendizaje
Los altos directivos deben demostrar que la retroalimentación importa, haciendo referencia a los hallazgos de las evaluaciones en las decisiones estratégicas, premiando a los equipos que actúan en consecuencia y responsabilizando a los gerentes de la implementación. El ejemplo del liderazgo crea una cultura en la que la retroalimentación no es simbólica, sino práctica.
Asignar recursos a los sistemas de retroalimentación
Más allá de recopilar datos, las organizaciones deben presupuestar para el análisis, la difusión y los talleres de aprendizaje que reúnan a personal, partes interesadas y representantes comunitarios para co-interpretar los hallazgos. Esto fomenta la apropiación y refuerza la confianza.
Tecnología y enfoques participativos
Los tableros digitales, las encuestas por SMS y las tarjetas comunitarias de evaluación pueden generar bucles de retroalimentación en tiempo real, especialmente en contextos de bajos recursos. Los enfoques participativos dan voz a las comunidades en la definición de las intervenciones y aseguran la alineación con las realidades locales.
Construir confianza y rendición de cuentas
La comunicación transparente hacia las partes interesadas es esencial. Sin cerrar el ciclo de retroalimentación, las comunidades pueden desilusionarse y percibir las evaluaciones como extractivas en lugar de transformadoras.