Si estás dispuesta a considerar que la evaluación consiste en determinar en qué medida una política determinada, su estrategia de aplicación, su puesta en práctica y su actividad sobre el terreno han conseguido mejorar la calidad de vida de un grupo destinatario, entonces tu pregunta tiene una respuesta sencilla. Dicho de otro modo, el problema consiste en determinar si el producto final físico de lo anterior, por ejemplo, una carretera, un hospital, una escuela, apoyo a la agricultura, etc., ha beneficiado realmente a un grupo de personas.
Por lo tanto, el éxito de una acción que debe evaluarse no puede medirse por la excelencia técnica de tales productos finales, algunos de los cuales pueden ser intangibles a primera vista, por ejemplo, una política. Para evaluar el éxito o el fracaso de una política, hay que determinar en qué medida ha beneficiado a un grupo destinatario.
Es aquí donde uno se topa con una serie de dificultades:
¿Está dispuesta la mayoría de un grupo destinatario a _utilizar_ el producto final de un proyecto? Si no es así, una carretera excelente, un hospital, etc., pueden servir para el fin previsto, pero no beneficiarían a la población. Las normas culturales y ciertos tipos de intereses creados pueden suscitar una opinión pública contraria, lo que convertiría el producto final en inútil. Estas situaciones son muy difíciles de identificar y, por tanto, de evaluar.
El grupo destinatario puede ser incapaz de hacer un uso adecuado de un producto final debido a que la mayoría del grupo destinatario es incompetente para hacerlo. La falta de formación pertinente, su olvido en los planes del proyecto, etc., son las principales causas de ello. La evaluación no parece tener en cuenta la importancia de que el grupo destinatario posea esta competencia.
RE: Evaluability Assessments: An invitation to reflect and discuss
Norway
Lal - Manavado
Consultant
Independent analyst/synthesist
Publicado el 20/08/2024
Hola, Jackie.
Si estás dispuesta a considerar que la evaluación consiste en determinar en qué medida una política determinada, su estrategia de aplicación, su puesta en práctica y su actividad sobre el terreno han conseguido mejorar la calidad de vida de un grupo destinatario, entonces tu pregunta tiene una respuesta sencilla. Dicho de otro modo, el problema consiste en determinar si el producto final físico de lo anterior, por ejemplo, una carretera, un hospital, una escuela, apoyo a la agricultura, etc., ha beneficiado realmente a un grupo de personas.
Por lo tanto, el éxito de una acción que debe evaluarse no puede medirse por la excelencia técnica de tales productos finales, algunos de los cuales pueden ser intangibles a primera vista, por ejemplo, una política. Para evaluar el éxito o el fracaso de una política, hay que determinar en qué medida ha beneficiado a un grupo destinatario.
Es aquí donde uno se topa con una serie de dificultades:
Saludos cordiales.
Lal.