Reflexiones sobre grandes proyectos y prácticas de evaluación
Basándome en mi experiencia trabajando en más de una docena de proyectos a gran escala, he observado varios defectos recurrentes en el diseño e implementación que merman su eficacia. Estos proyectos suelen adoptar marcos globales y apenas se adaptan al contexto local. De ahí que les cueste ofrecer soluciones relevantes para los diferentes contextos en los que se desarrollan. Suelen ser rígidos y carecen de la flexibilidad necesaria para responder a cambios dinámicos e imprevistos durante la implementación. Además, pocas veces realizan esfuerzos específicos para abordar las necesidades singulares de grupos concretos, que se ven abocados a la exclusión y la desigualdad.
En esencia, estos proyectos no están bien fundamentados en las realidades locales. Sus estructuras internas suelen estar poco cohesionadas y, cuando la coordinación interna es deficiente, la colaboración interinstitucional también se resiente. Estos proyectos habitualmente se retrasan y las prórrogas incrementan sus costes. La eficacia suele verse comprometida y la sostenibilidad continúa siendo un motivo de preocupación importante: los recursos y capacidades locales suelen ser insuficientes para mantener los resultados cuando deja de haber apoyo externo.
En cuanto a los sistemas de seguimiento y evaluación (SyE), la mayoría son rígidos, utilizan un enfoque descendente y dependen en gran medida de métodos cuantitativos. Habitualmente no suelen descubrir las causas fundamentales del éxito o fracaso y pierden oportunidades de aprendizaje críticas. Los indicadores suelen estar estandarizados y son de naturaleza global. Esto hace que las partes interesadas locales tengan dificultades para comprenderlos o identificarse con ellos. Y en ocasiones son irrelevantes para los contextos locales. La participación de la comunidad en el SyE suele ser mínima y superficial y a los grandes proyectos les cuesta abordar las diferentes necesidades de todas las zonas en las que ejercen su influencia.
Para mejorar la eficacia de una evaluación, recomiendo:
Utilizar un enfoque de métodos mixtos que combine conocimientos cuantitativos y cualitativos.
Crear indicadores conjuntamente con las partes interesadas locales para garantizar su pertinencia y apropiación.
Centrarse en los vínculos entre lo micro y lo macro, así como en las asociaciones horizontales y verticales.
Adoptar un proceso de aprendizaje iterativo que permita corregir el rumbo.
Evaluar el diseño del proyecto para garantizar que la inclusión no es solo un principio, sino que se pone en práctica a través de herramientas y parámetros que identifican quién se queda atrás.
Mirar más allá del marco lógico y examinar los cambios reales sobre el terreno utilizando herramientas de evaluación participativas y exhaustivas.
Nepal
Gana Pati Ojha
Community of Evaluators
Publicado el 08/04/2025
Reflexiones sobre grandes proyectos y prácticas de evaluación
Basándome en mi experiencia trabajando en más de una docena de proyectos a gran escala, he observado varios defectos recurrentes en el diseño e implementación que merman su eficacia. Estos proyectos suelen adoptar marcos globales y apenas se adaptan al contexto local. De ahí que les cueste ofrecer soluciones relevantes para los diferentes contextos en los que se desarrollan. Suelen ser rígidos y carecen de la flexibilidad necesaria para responder a cambios dinámicos e imprevistos durante la implementación. Además, pocas veces realizan esfuerzos específicos para abordar las necesidades singulares de grupos concretos, que se ven abocados a la exclusión y la desigualdad.
En esencia, estos proyectos no están bien fundamentados en las realidades locales. Sus estructuras internas suelen estar poco cohesionadas y, cuando la coordinación interna es deficiente, la colaboración interinstitucional también se resiente. Estos proyectos habitualmente se retrasan y las prórrogas incrementan sus costes. La eficacia suele verse comprometida y la sostenibilidad continúa siendo un motivo de preocupación importante: los recursos y capacidades locales suelen ser insuficientes para mantener los resultados cuando deja de haber apoyo externo.
En cuanto a los sistemas de seguimiento y evaluación (SyE), la mayoría son rígidos, utilizan un enfoque descendente y dependen en gran medida de métodos cuantitativos. Habitualmente no suelen descubrir las causas fundamentales del éxito o fracaso y pierden oportunidades de aprendizaje críticas. Los indicadores suelen estar estandarizados y son de naturaleza global. Esto hace que las partes interesadas locales tengan dificultades para comprenderlos o identificarse con ellos. Y en ocasiones son irrelevantes para los contextos locales. La participación de la comunidad en el SyE suele ser mínima y superficial y a los grandes proyectos les cuesta abordar las diferentes necesidades de todas las zonas en las que ejercen su influencia.
Para mejorar la eficacia de una evaluación, recomiendo:
Nepal
Gana Pati Ojha
Comunidad de evaluadores